La torre de origen medieval es más pequeña en superfície que la mayoría de las torres-refugio y de defensa de la isla pero más alta ya que tiene tres plantas y su acceso es elevado como medida de seguridad. La planta baja, que podría haber sido un polvorín, está encalada mientras que el resto muestra la piedra con la que está construida.
Merece la pena una visita, no sólo por la torre sino también por lo agradable del camino y las vistas que nos ofrece, aunque sea un día de lluvia!
Podemos seguir el recorrido por la fuente, también de Can Pere Musson hasta el poblado y la fuente de Balàfia de los cuales ya hablaré y os mostraré en nuevas entradas. Os lo recomiendo!
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